Periodista navarro nacido en Elizondo, reside desde 1914 en San Sebastián, donde trabajó en la Redacción de El Pueblo Vasco hasta que fundó, en 1920, el vespertino La Prensa, del que fue director.
Durante la Dictadura de Primo de Rivera fue un decidido activista republicano, llegando a entablar amistad con Manuel Azaña.
Tras la instauración de la Segunda República Española, fue nombrado gobernador civil de varias provincias, como en Navarra (1931).
[1] Siendo gobernador allí, en 1932 derrochó diligencia y celo republicano para cortar de raíz las intentonas carlistas antirrepublicanas.
[6] El propio Manuel Azaña asistió a su entierro.