Manuel Andújar

La utilización por primera vez del topónimo Andújar como pseudónimo ha sido localizada en un artículo periodístico del 12 de agosto de 1936 (su primera crónica en el diario leridano UHP, «Un día en el frente»).

Traba importantes amistades y conocimientos (Ángel Caffarena, Luis Cuervo, Ricardo Aguilera, Juan Rejano o Emilio Prados, entre otros).

Participa en 1935 en un concurso-oposición para el Ministerio de Hacienda y, ganada plaza, se traslada a Barcelona con la familia.

Toma parte en mítines, conferencias, alocuciones radiadas, reuniones y asambleas (que se extienden a Barcelona).

Según propia confesión, ello, con ser un disgusto, lo curó de pertenecer a una organización y del dogmatismo.

Cyprien, plage, campo de concentración, unas breves notas impresionistas, unas crónicas que suponen el retorno a su vocación literaria.

Durante la travesía marítima algunos miembros del pasaje, entre ellos Manuel Andújar, irán componiendo un diario, Sinaia.

En 1942 crea con José Ramón Arana la editorial Cuadernos del destierro en la que publicará las breves estampas teatrales El Director General, Maruja, Estamos en paz, Y después, ¡no grites!

Estas y las que se editarán años después (El primer juicio final; Los aniversarios; El sueño robado; En la espalda, una X; Aquel visitante; Objetos hallados; Todo está previsto; y Al minuto) configuran un teatro calificado de intelectual, de ideas, más para la lectura que para la representación.

A finales de 1948 se encuentra entre los fundadores y colaboradores del Ateneo Español de México, una asociación para preservar y difundir la memoria histórica del exilio español en el país azteca.

Ello le permite hacerse un profesional de la librería, tratar con numerosos periodistas y escritores y organizar exposiciones en pro del libro mexicano con otras editoriales como Fondo de Cultura Económica, Imprenta Universitaria, Prensa Mexicana, Porrúa Hermanos.

Su trabajo y los viajes por el continente americano le permitieron contactar y conocer la pléyade intelectual hispanoamericana (Rómulo Gallegos, Ernesto Mejía Sánchez, Demetrio Aguilera-Malta, Juan Rulfo, Gabriel García Márquez, Carlos Fuentes, José Revueltas, Rosario Castellanos, Agustín Yáñez, José Emilio Pacheco, Octavio Paz, Augusto Monterroso, entre otros).

En el otoño de 1964 viaja a Madrid para poner en marcha la sucursal española del FCE.

Regresa a México y estalla el escándalo, que se venía larvando, con la publicación por la editorial del libro Los hijos de Sánchez.

Desde su instalación en España contribuye sin desmayo a inventariar la intelectualidad española exiliada y a procurar, con desigual fortuna, el reconocimiento y la publicación de la obra de quienes formaron la España peregrina, en una especie de operación retorno: Simón Otaola, José Ramón Arana, Paulino Masip, Benjamín Jarnés, Juan Gil-Albert, Rafael Dieste, José Bolea, Virgilio Botella, Mada Carreño, Anselmo Carretero, Clemente Airó, Pablo de la Fuente, Odón Betanzos, Álvaro Custodio, Ovidio Gondi, Eugenio Fernández Granell, Antoniorrobles, Max Aub, Ramón J. Sender, Arturo Barea, etc.

Por sobre la modestia de su participación societaria, recaba para la editorial colaboraciones culturales y literarias con una temática considerada específica del área geográfica andaluza, figura en el volumen colectivo con que debutaban sus prensas, Hacia una Andalucía libre, o ve publicado su ensayo Andalucía e Hispanoamérica, crisol de mestizajes, en donde muestra su preocupación por el hecho histórico y humano del mestizaje tras la experiencia iberoamericana.

Bajo su iniciativa y dirección se celebra en la cripta del cafetín Croché, con la colaboración de la librería Arias Montano, la Tertulia Escurialense.

Manuel Andújar se expresó en todos los géneros literarios, pero la narrativa y el ensayo serán los más frecuentados.

Hubo un tiempo de labor callada para no someterse a la censura ni imponerse la autocensura.

Se ha caracterizado la trilogía por la frase literaria cincelada, vocablo escogido, palabra clave y exacta, lenguaje apropiado, cuidadoso estilo, narración jugosa, límpida, con amor a la frase bien dicha y pulcra.

Cristal herido es la primera novela escrita y publicada del ciclo referido, pero por el tiempo histórico narrado se sitúa tras la trilogía Vísperas.

Tanto Vísperas como Cristal herido han sido críticamente emparentadas con Galdós, por quien Andújar siempre manifestó una admiración ilimitada.

Esta novela es el episodio que enlaza la Guerra civil y la generación de los exiliados.

No perteneciente al ciclo Lares y Penares es la novela Un caballero de barba azafranada, la última publicada por Manuel Andújar.

Grandes escritores aragoneses en la narrativa española del siglo xx, 1981, un ensayo-collage sobre Benjamín Jarnés, Ramón J. Sender y José Ramón Arana entre biográfico, crítico y de épocas que Ediciones El Heraldo de Aragón le había encargado.

Esto pasó en España, 1984, es un trabajo panorámico sobre la cultura española durante la transición de 1975 a 1983, del franquismo a la democracia otorgada, en donde prevalece la idea de que el proceso democratizador avanzaba encauzado por las fuerzas políticas y sociales del postfranquismo.

Esteve Juárez, Luis Antonio, Aproximación al teatro completo de Manuel Andújar, Bellaterra, Barcelona, UAB, DDD, 2012, 121 fs.

Martínez Cachero, José María, La novela española entre 1936 y el fin de siglo, Madrid, Castalia, 1997.

Palacios Fernández, Emilio, Historia de la literatura española e hispanoamericana 7, Madrid, Orgaz, 1979.

Sherzer, William M., Manuel Andújar: reflexiones sobre la historia de España, Valencia, Albatros Hispanófila, 1996.

Fotografía de Manuel Andújar