Junqueras de Carpetonia

El autor manifestó que «fue producto inicial del contacto, de retorno, con el ambiente»[1]​ y que la novela estaba referida a «equis herencia comunera, despoblación agraria y turismo artificial».

Un comunero, Marcos, salva milagrosamente la vida en la batalla de Villalar y se promete, si hace fortuna (para lo cual pasa a Indias), mandar tallar una imagen de la Virgen del Milagro y proveer los recursos necesarios para que las generaciones sucesivas la veneren en la capilla que se le destine en la iglesia de su pueblo (Junqueras).

Un descendiente de Marcos, Rubén Junquero, mexicano ya, conoce en tierra mexicana al imaginero David Gubia, un español que deambula por allí en crisis personal y artística, y le encomienda realizar la talla de la Virgen del Milagro.

David Gubia es el imaginero, el español que en México no encuentra su sitio, artista altanero, estrafalario, extravagante y, sin embargo, pendiente ya solo de que un milagro le permita volver a usar la gubia y componer la obra definitiva.

Ventura es el alcalde de Junqueras y jefe local del Movimiento.

Es quien resiste los apetitos sexuales de este, aunque acaba sucumbiendo a la especulación inmobiliaria.

[6]​ Por su parte, Balcells Doménech ha resaltado, en su reseña, la notable voluntad andujarina de enfatizar su estilo «en el que sobresale en algunas oportunidades una plasmación neobarroca».

[7]​ Dado que el libro ha sido recientemente publicado carece de una bibliografía específica.

Se han consignado, dada la ubicación crítica de la novela en el ciclo narrativo andujarino Lares y penares, aquellos trabajos que específica y globalmente han tratado dicho ciclo, amén de los artículos y reseñas que empiezan a aparecer sobre la novela.

Portada de la edición primera. Editorial Renacimiento, Sevilla, 2021. Edición crítica, introducción y notas de Rafael Alarcón Sierra y de Blas Medina Ávila