Nacido en una familia muy humilde, se inició en trabajos artesanales antes de entregarse a la pintura.
En 1923 se casó con Obdulia Freire Mariñas, una joven de Oleiros, (La Coruña), donde fijará su residencia hasta su muerte.
La Guerra Civil lo sorprendió en Madrid, donde se encontró opositando a una cátedra de profesor de dibujo, y permaneció hasta 1939, cuando regresó a La Coruña.
Destacan Palatino, Foro Romano, Tríptico bohemio, Octubre y Neblina.
Por el contrario, apegado al paisaje de su tierra, lo interpreta con modos técnicos emparentados con el impresionismo y con un sentimiento lírico intimista, de raíz literaria.