[1] Se trata de un speculum u obra que muestra un retrato moral ideal a seguir por los hijos de Dhuoda, esto aun cuando esta expresión speculum no se encuentra en la literatura con ese nombre hasta el siglo XII.
[2] Dhuoda lo escribe para su hijo, Guillermo de Septimania, separado de ella muy tempranamente para estar en la corte con su padre.
El texto sigue los patrones normales de los manuales del tiempo aunque a menudo inserta consideraciones, valoraciones e interpelaciones personales que muestran la añoranza y preocupación más maternales que didácticas de la autora:
Pero a los elementos externos como son la religión vivida con fidelidad, los dones del Espíritu Santo, las bienaventuranzas, los sacramentos y la observancia de los mandamientos, añade la ascesis interna constante que permita al joven el adquirir virtudes como la humildad, la misericordia y el dominio de sí, así como tratar, en la medida de lo posible, de mantener la virginidad.
En conjunto, el ideal propuesto por Dhuoda parece más monástico que aristocrático,[6] viendo la vida cortesana como un lugar donde ejercitar la virtud y no tanto como espacio para escalar lugares en la consideración del rey.