Tiene su origen en Manipur, un estado en el nordeste de la India en la frontera con Myanmar (también conocido como Birmania).
Los balarines del manipuri no usan campanas en sus tobillos para acentuar los ritmos con sus pies, en contraste con otras formas de danza de la India, y los pies del bailarín se apoyan suavemente sobre el suelo.
[1] El estilo tradicional de la danza manipuri encarna movimientos delicados, líricos y elegantes.
El objetivo es hacer movimientos redondeados y evitar expresiones bruscas, bordes afilados o líneas rectas.
Es esto lo que le da a la danza manipuri su aspecto suave y ondulado.