Todos estos músculos conectan la escápula con la cabeza del húmero, formando un puño en la articulación.
Esto es debido a un diseño en el que la cabeza humeral apenas está cubierta por la superficie glenoidea escapular.
Esto quiere decir que, al desaparecer el fulcro superior, la cabeza se desplaza hacia arriba, y puede llegar a formarse una nueva pseudoarticulación en el espacio subacromial.
La clínica se caracteriza principalmente por dolor en la región deltoidea y subacromial del hombro.
La exploración física se dirige a evaluar qué grupo muscular se halla afectado y qué grado de afectación funcional padece el paciente, pues esto orienta hacia el tipo de rotura.