Mammuthus primigenius

Mammuthus primigenius tenía un tamaño similar al del elefante medio actual.

[15]​ Fue el naturalista francés Georges Cuvier quien en 1796 identificó por primera vez los restos del mamut lanudo no como de elefantes modernos trasladados al Ártico, sino como una especie enteramente diferente.

Los mamuts llegaron a Europa hace cerca de tres millones de años; el primer tipo conocido ha sido denominado Mammuthus rumanus, el cual se extendió por Europa y China.

Solo se conocen sus molares, que muestran entre ocho y diez bordes de esmalte.

Los mamuts que derivaron de M. trogontherii evolucionaron molares con veintiséis bordes hace 200.000 años en Siberia, y se convirtieron en el mamut lanudo, M.

Esto sugiere que ambas poblaciones se mezclaron y produjeron descendencia fértil.

Esto también sugiere que la forma norteamericana conocida como M. jeffersonii puede ser un híbrido entre ambas especies.

Paul Island y Wrangel fueron consideradas inicialmente como variedades enanas, mucho menores que los mamuts lanudos continentales; incluso la última fue descrita como una nueva subespecie, M. p. vrangeliensis.

Sin embargo, investigaciones detalladas mostraron que estos mamuts lanudos isleños no eran realmente enanos.

Se especula con que estos grupos son lo suficientemente divergentes como para ser caracterizados como subespecies.

Usar el ADN del pelo evita los problemas de contaminación causados por bacterias y hongos.

Presentaban un abombamiento en forma de cúpula sobre el cráneo y una alta joroba sobre los hombros.

[3]​[9]​ Su extinción fue escalonada y se produjo miles de años antes en las áreas continentales que en las islas, en un proceso largo en el tiempo que comenzó a finales del Pleistoceno y terminó bien entrado el Holoceno, con los restos más recientes de la especie datados ya en tiempos históricos.

[35]​ Los mamuts lanudos que habían llegado a Norteamérica por Beringia desaparecieron junto al mamut colombino y la mayor parte de la megafauna norteamericana de la época[36]​ entre el final del Pleistoceno y el inicio del Holoceno.

• Esta selectividad de tamaño sin precedentes en el registro fósil contradice la extinción del mamut lanudo por causas climáticas, ya que los estudios desarrollados en la última década han revelado que son las especies más pequeñas las más vulnerables y las que se extinguen en mayor proporción bajo perturbaciones medioambientales provocadas por el clima.

Esta idea fue propuesta inicialmente por Paul S. Martin en 1967, cuando expuso su hipótesis basándose en que había una correlación temporal cada vez más evidente entre la expansión del Homo sapiens por el planeta y los eventos de extinción masiva que afectaban de forma casi exclusiva a la megafauna,[38]​ algo que no había ocurrido nunca con anterioridad al evento de extinción del Cuaternario.

Ambas especies habrían convivido alrededor de veinte siglos en América del Norte, pero en una localidad concreta la convivencia fue mucho más corta aún.

[6]​ En Eurasia los restos que demuestran un uso intensivo del mamut como fuente de alimento son muy abundantes y dan una idea de hasta qué punto este animal fue cazado a gran escala.

La ingenuidad ecológica consiste en la ausencia de una respuesta defensiva (huida o ataque) ante depredadores desconocidos.

Es la que presentan multitud de especies insulares o la fauna del continente antártico, donde los animales son incapaces de reconocer al hombre como potencial depredador, pero sí han desarrollado un fuerte instinto defensivo ante sus depredadores naturales (como los pingüinos antárticos frente a la foca leopardo, su principal predador).

UU. parece indicar que el elefante africano, al haber coevolucionado con nuestro género y otros homínidos anteriores durante millones de años, ha desarrollado respuestas muy eficientes ante nuestra presencia (comportamiento evasivo y respuesta agresiva si es necesaria), que le convirtieron en una presa mucho más difícil que los proboscídeos holárticos.

En el caso del mamut lanudo, se han encontrado además restos congelados, debido a la persistencia por milenios de climas con temperaturas muy bajas y glaciares o áreas congeladas, y además al gran tamaño de los especímenes.

Estos mamuts pudieron haber quedado atrapados en pantanos, charcas o arenas movedizas.

Al primer mamut congelado documentado por la ciencia, encontrado en 1806, se le conoce como el Mamut de Adams, por el apellido del botánico Mikhail Adams, que supo de su existencia cuando se encontraba en Yakutsk.

[54]​ Según los científicos es el ejemplar mejor conservado de todos los hallados hasta la fecha.

[51]​[54]​ La posibilidad de revivir la especie mediante la clonación (en hembras de elefante asiático), podría estar más cerca cada día a medida que se avanza en la capacidad para clonar distintas especies.

Los paleobiólogos, aun los más escépticos, creen probable ahora el "renacimiento" del mamut lanudo.

Se han planteado a menudo dudas éticas o morales sobre la posibilidad de devolver esta especie a la vida, pero a medida que aumentan las evidencias del papel que pudo jugar el Homo sapiens en su extinción, son más las voces especializadas que defienden la necesidad de recuperar al mamut y otra megafauna extinta en el Cuaternario.

Esqueleto de mamut lanudo.
Punta Clovis
Comparación de Cuvier de la mandíbula inferior de un mamut lanudo y de un elefante asiático
Molar de Mammuthus primigenius de Bélgica
Réplica de un esqueleto intermedio entre M. trogontherii y M. primigenius
Sección de un colmillo
Modelo del pequeño Dima
Reconstrucción de un mamut lanudo de Charles R. Knight .
Comparación del tamaño de varias especies de mamuts.
Dima , el cachorro de mamut encontrado en 1977 en el río Kolyma.
La mamut conocida como "Lyuba", en una exhibición especial en el Museo Field de Chicago .