Mala oclusión

El término, que se originó en la lengua inglesa en 1864,[2]​ fue popularizado por Edward Angle (1855-1930), a menudo considerado el «padre de la ortodoncia moderna».También deben tenerse en cuenta otros factores, como el impacto estético y la funcionalidad.En algunos casos, a pesar de la presencia de mala oclusión según la definición formal, el tratamiento puede no ser necesario si el paciente considera que la estética y la funcionalidad son aceptables.Esta situación se relaciona con el hecho de que el hombre nace condicionado para respirar por la nariz y alimentarse por la boca.Por lo tanto, al romperse ese mecanismo fisiológico se afecta el crecimiento y desarrollo, no solo facial, sino general.Dentro de los factores ambientales podemos incluir: respiración bucal, succión digital, empuje lingual.Una oclusión ideal se presenta cuando todos los dientes superiores encajan levemente sobre los inferiores.