La primera fase era un tiempo de limpieza espiritual y para hacer hoʻokupu, ofrendas a los dioses.
En cada ahupuaʻa (comunidad, también llamada ahupuaʻa) los gobernantes ofrecían hoʻokupu a la imagen de Lono, un dios de la fertilidad, el cual causaba que las cosas crecieran y le daba plenitud y prosperidad a las islas.
Cuando regresaba y ponía su pie en la costa, un grupo de guerreros le arrojaban lanzas, las cuales él tenía que desviar o esquivar para probar que era aún digno de continuar gobernando.
A causa de esto, algunos hawaianos pensaron inicialmente que el capitán Cook era el dios Lono, quien había regresado a las islas, tal como lo relataban las leyendas hawaianas.
[2] También se pudo haber originado de ma Kahiki, lo cual significa "así como en Tahití", ya que la leyenda de Lono se asocia con los viajes a y desde Tahití.