En 1889, se empezó a utilizar la cordita en Gran Bretaña, la cual en vez de generar una detonación supersónica, deflagraba subsónicamente.
El primero en ser cargado con cordita fue el .450 Nitro Express, siguiendo la tendencia muchos otros cartuchos metálicos ingleses de calibre grande.
En 1888, el ejército Alemán hizo una modificación a su cartucho 7,92x57mm Mauser creando la variante 7,92X57mm IS, designando la letra "S" el uso de proyectiles Spitzer, los cuales ofrecen un mayor coeficiente balístico resultando en una trayectoria más plana y mayor eficiencia en el uso de propelentes.
Es en 1962, con la introducción del rifle Remington 700, que Remington lanza al mercado su primer calibre "Magnum"; el 7mm Remington Magnum, el cual recibió tal aceptación por parte de cazadores deportivos, que eclipsó al entonces nuevo .264 Winchester Magnum, obligando a Winchester a desarrollar una alternativa que compita con este cartucho, el .300 Win Mag.
Sin embargo, no todos los cartuchos metálicos de fuego central que llevan el sufijo "magnum" cuentan con el cinturón.