Magdalena Morano

Magdalena quería ser maestra y a los 17 años de obtuvo el certificado que le permitía ser.

Durante cuatro años estuvo a cargo, enseñó, lavó, cocinó y fue catequista.

Ella abrió colegios, oratorios, albergues y talleres en todas partes de la isla.

Surgieron numerosas vocaciones, atraídas por el celo y el espíritu comunitario que ella creaba alrededor suyo.

A su muerte ese año, había en Sicilia 18 casas, 142 hermanas, 20 novicias y 9 postulantes.