Se unió a su padre y hermanos en un juramento para evitar que nadie, excepto ellos mismos, pudieran poseer los Silmarils.
Maedhros apareció por primera vez en El Silmarillion y, posteriormente, es mencionado en otros escritos como los Cuentos inconclusos o Los hijos de Húrin.
Maedhros es posiblemente el elfo Noldor más experimentado en combate que jamás existió, debido a que participó y sobrevivió muchas grandes batallas como la Matanza de Alqualondë, Dagor-nuin-Giliath, Dagor Aglareb, Dagor Bragollach, Nírnaeth Arnoediad, Caída de Doriath, Ataque a los Puertos del Sirion y probablemente también en la Guerra de la Cólera.
Fëanor y los suyos cruzaron el Belegaer con los barcos, tras lo cual Maedhros preguntó a su padre cómo iban a organizar el transporte del resto de los Noldor; en realidad, Fëanor no tenía intención de mandar de regreso los barcos y ordenó quemar las naves, ante lo que Maedhros se entristeció pero no traicionó a su padre.
[7] Ante la aplastante derrota sufrida, Morgoth envió emisarios a Maedhros para convocar una reunión en la que pedirle la paz y entregarle un Silmaril como tributo.
[7] Durante varios años, Maedhros sufrió tormento colgado de la muñeca, mientras su cuerpo y su espíritu se debilitaban.
Mientras, los Noldor abandonados en Aman consiguieron llegar a Beleriand por el Helcaraxë y se asentaron cerca de sus parientes en Hithlum.
[7] En el año 60 de la Primera Edad, Morgoth decidió lanzar un ataque contra los Eldar para medir sus fuerzas, intentando sorprenderlos desprevenidos.
[7] Aunque asediado, Morgoth no estuvo ocioso todos esos años y preparó su próximo ataque con mucho cuidado.
El Sitio se rompió y numerosos reinos de los Eldar fueron destruidos o dispersados.
[8] Tras la hazaña de Beren y Lúthien, Maedhros comprendió que Morgoth no era invencible pero era necesario construir un frente común.
Todos los hijos de Fëanor resultaron heridos en esa batalla, viéndose obligados a retirarse hacia el Monte Dolmed para salvar la vida.
Ulmo la salvó de morir ahogada y Elwing se reunió con Eärendil, su esposo, a quien entregó el Silmaril.
El maia los rechazó, alegando que tras tantos actos impíos, no merecían poseer las joyas, y les convocó a un juicio ante Manwë.
Así, los hermanos se infiltraron por la noche en el campamento del ejército de los Valar y asesinaron a los guardias que custodiaban los Silmarils, mas fueron descubiertos y a punto estuvieron de ser ajusticiados.