Tras la muerte de su padre, una disputa hereditaria con sus hermanos mayores dejó al joven Kaim exiliado y en la pobreza.
Su destino tomó otro rumbo tras conocer al gurú Brahmachari Giridhari Sharan, de quien se hizo discípulo, y más tarde al mismo regente, Ram Singh II.
A raíz de estos acontecimientos, apeló al virrey de la India, el marqués George Curzon, para poner en marcha un fondo estatal para la hambruna, a la que Singh aportó unas 133 000 libras.
[3] Durante la Primera Guerra Mundial, volvió a enviar soldados y armas para asistir en la campaña de Mesopotamia.
Como agradecimiento por sus acciones, Singh recibió el rango honorífico de Mayor general.