A los diecinueve años se casó con Guillaume Le Normant d'Etioles y abrió su propio salón, donde celebraba reuniones con filósofos e intelectuales, como Voltaire.
En 1745 fue invitada a un baile de máscaras en Versalles y allí fue presentada al rey Luis XV.
Para conmemorar la ocasión, le encargó esta obra a Boucher, una combinación entre retrato privado y oficial.
Boucher la presenta elegantemente reclinada en un canapé sosteniendo un libro abierto en el regazo, con un vestido verde bordado con rosas, del mismo color que los zapatos y los lazos que adornan mangas, corpiño y cuello.
La figura se sitúa en un interior palaciego en el que destaca un gran espejo detrás de la marquesa donde se refleja una suntuosa librería coronada por un reloj, y cuyo marco dorado tallado, junto con los cortinajes igualmente dorados, enmarcan la figura.