Macropinna microstoma

[1]​ M. microstoma es conocido por la ciencia desde 1939, al ser descubierto por Chapman, pero se desconoce si había sido fotografiado vivo antes de 2004.

Los primeros dibujos no lo mostraban con su cabeza transparente, pues ésta se descomponía al ser sacada de las profundidades marinas.

Encima de su boca tiene dos orificios negros que, por su posición, pueden parecer los ojos; pero, en cambio, son sus órganos olfativos.

Se trata de unos ojos tubulares, muy sensibles a la luz.

En cambio, en otras especies los ojos tubulares son fijos y están anclados al cráneo.