Estudios geológicos del macizo han indicado que no está compuesto por el basalto negro clásico del fondo del océano, sino por una densa peridotita verde que generalmente se encuentra en el manto terrestre.
[2] Una expedición a la zona en 1996 supuso un importante avance en el estudio del suelo oceánico.
Encontró que una falla de desprendimiento de pendiente pronunciada está asociada con la estructura compleja del núcleo oceánico.
El domo fue causado por material del manto que se extruyó a la superficie oceánica.
[2] Otra expedición en 2016, la expedición IODP 357, se enfocó en este macizo, perforando núcleos en diferentes puntos de interés.