Su nombre era Ma'd Abu Tamim, apellidado al-Mustansir billah (que implora la ayuda de Alá).
En 1050, vino un visir capaz, Abu Muhammad Hasan Abdurrahman Yazuri, que sostuvo el gobierno por 8 años, y era un reformador serio.
Cerca de 40 visires lo siguieron uno tras otro durante 15 años (1058-1073), pero ninguno se le comparó, porque malgastaron la Hacienda real.
Mientras la calamidad duraba, Al-Mustansir solamente poseía un caballo, y, cuando él montaba, los cortesanos le seguían a pie, no teniendo ninguna bestia para llevarles.
Cuando alcanzó el palacio, encontró a Al-Mustansir alojado en cuartos que habían sido vaciados, atendido por solamente tres esclavos, y subsistiendo con dos panes que le eran enviados diariamente por las hijas de Ibn Babshand, el gramático.