En lingüística aplicada, el método de gramática-traducción es un método para la enseñanza de idiomas extranjeros que deriva del método tradicional de enseñanza del griego y el latín.
Este método requiere que los estudiantes realicen primeramente el análisis morfosintáctico de cada palabra de un texto de mayor o menor extensión, para proceder luego a la traducción palabra por palabra del mismo texto.
Como parte de este proceso, se requiere que los estudiantes memoricen varias reglas gramaticales y excepciones así como largas listas de vocabulario.
Larsen-Freeman (2000) habló acerca de los inicios del método de traducción gramatical y aseveró que en un principio dicho método fue concebido como una herramienta que ayudaba a los estudiantes a leer y apreciar la literatura redactada en una lengua extranjera.
De igual forma Larsen-Freeman indicó que se cree que aprender una lengua extranjera ayuda a los alumnos a crecer intelectualmente pero reconoció que con este método probablemente los alumnos nunca usan la lengua meta.