Los mártires canadienses fueron seis misioneros jesuitas, un hermano jesuita y un laico provenientes de Francia, que fueron asesinados en el siglo XVII en Canadá.
Los mártires canadienses fueron beatificados en 1925 y canonizados en 1930 por el Papa Pío XI.
Son todos juntos santos patrones secundarios de Canadá.
Cinco parroquias y un municipio de Quebec conmemoran a los mártires canadienses.
Un municipio de la región quebequense de Saguenay-Lac-Saint-Jean, al sur del río Péribonka, recibió su nombre en honor a san Carlos Garnier.