Al principio era una danza sin canto, evolucionando a fines del siglo XVIII hacia una forma de canción urbana, tanto en Brasil como en Portugal.
Durante el siglo XIX, el lundu fue una forma musical dominante y el primer ritmo africano en ser aceptado por los blancos.
En este siglo fue cuando surgieron los compositores más importantes del género, como Domingos Caldas Barbosa y Francisco Manuel da Silva.
El lundú fue desplazado por otros géneros a principios del siglos XX, pero dejó su legado, principalmente en lo que respecta al ritmo sincopado en el Maxixe y la Samba.
La invitación se puede hacer con palmas hacia la otra persona, con un movimiento del pie o tocarle el hombro izquierdo y luego el derecho.