Estos mismos obreros le enseñaron a leer y escribir, pues Crusao era analfabeto.
Woollands estuvo vinculado con diversas sindicatos y asociaciones anarquistas, más concretamente, con la Unión Obrera Local (UOL) y con la Federación Obrera de la Región Argentina (FORA), organización sindical argentina que tuvo mucho peso los primeros años del siglo XX.
[3] Obtuvo importantes victorias sindicales, como por ejemplo en sector pesquero, donde protagonizó importantes huelgas en la ciudad de La Plata; tras estas huelgas se empezaron a apreciar brechas dentro del propio sindicato, planteando cuestiones como si el Estado debería intervenir en los conflictos laborales o si se debería elegir representantes sindicales.
En 1921 publicó un artículo solidarizándose con los huelguistas patagónicos y denunciando la política represiva del gobierno radical de Hipólito Yrigoyen, quién mandó a clausurar el periódico La Protesta.
Crusao fue detenido en Buenos Aires, brutalmente torturado en dependencias policiales, y expulsado del país.