Empezó a jugar al fútbol en el vecino puerto, demostrando sus dotes en sus años escolares.
Sus grandes actuaciones hacen que el Club Universitario de Deportes lo contrate en 1966, donde brilló a gran altura.
En 1967 juega la Copa Libertadores, siendo considerado el mejor jugador del partido ante River Plate de Argentina, ganándose el apodo del Gigante de Nuñez en alusión al estadio de River, La U derrotó tanto a River como a Racing en cuarenta y ocho horas.
Se inició de lateral derecho para luego consagrarse como zaguero central.
El juego de La Fuente combinaba la reciedumbre con la técnica, dominando los espacios del área tanto por arriba como por abajo.