Luis Feria

Afincado en Madrid durante casi treinta años, en 1978 regresó a su isla natal de Tenerife, llevando desde entonces una vida retraída y solitaria, hasta el punto de que cuando falleció en su domicilio, debido a una crisis asmática, pasaron dos semanas hasta que encontraron su cadáver.

Existe unanimidad en dividir la obra de Luis Feria en dos etapas.

La primera de ellas se encuentra integrada por los poemarios Conciencia (1962), título que consiguió el premio Adonais en 1961, Fábulas de Octubre (1965, premio Boscán) y El funeral (1965).

Tras un silencio de más de quince años, durante los cuales, no obstante, Feria no dejó de escribir, se inicia su segunda -y fértil- etapa creativa, en la que figuran títulos como Calendas (1981), Clepsidra (1983), Salutaciones (1985), Subrogación de Sor Emérita y otros prodigios (1987), Del amor (1988), Cuchillo casi flor (1989), Casa común (1991), que fue finalista del Premio Nacional de Poesía, Seis querellas de amor (1991), Arras (1996) y Bestiario (1999).

Mención aparte merecen sus dos entregas en prosa poética, Dinde (1983) y Más que el mar (1986), por la que fue finalista del Premio Nacional de Poesía.