Era empleado de la librería Heber Saldivia en la Galería del Notariado y traductor en el Internacional Book Service.Estaba afiliado al Partido Comunista del Uruguay y tenía actividad como sindicalista en la Federación Uruguaya de Empleados del Comercio e Industria.El 4 de mayo de ese mismo año fue puesto en libertad lo que lo obligó a seguir sus actividades en la clandestinidad y utilizando el seudónimo Ignacio.[2][3] Este secuestro fue en el marco de una operación para desarticular el ala sindicalista del Partido Comunista del Uruguay y de donde también resultaron secuestrados Óscar José Baliñas Arias, Óscar Tassino Asteazú y asesinado Humberto Pascaretta Correa.[4] Los antropólogos informaron que se identificaron fracturas producidas por impacto con objeto contundente sobre la víctima en actitud de defensa, protegiendo su cara o cráneo, y fracturas en el tórax que permiten establecer o sugieren que son producto de impactos contundentes, considerando posible que la multiplicidad de lastimaduras y su ubicación haya contribuido con la causa de la muerte.