Goleador empedernido, poseía una intuición excepcional para ubicarse dentro del área en el lugar preciso para con un toque corto o de cabeza convertir el gol.
Formó un gran equipo junto a Errea, Gatti, Clariá, Griguol, Bettinotti, Gonzalito, Guenzatti, y otros buenos jugadores que forman parte de la historia de Atlanta En 1962 fue vendido a River Plate, donde fue goleador en 1962 y 1963.
Jugó 15, ganó 12, empató 2 y apenas perdió un encuentro, frente a San Lorenzo.
En ese mismo año llegó a Nacional, de Uruguay, donde ganó muchos títulos y dejó un grato recuerdo.
Finalmente en 1973 regresó a Nacional, donde culminó su carrera como futbolista en el año 1974, Fue el máximo goleador de los últimos 30 años en este equipo al convertir 158 goles en 5 temporadas.