La empresa se ha desarrollado hasta convertirse actualmente en el Schunk Group, un consorcio tecnológico activo a nivel mundial.
Sin embargo, su familia consiguió que asistiera durante ocho años a una escuela secundaria, en la cual obtuvo buenas notas.
Schunk aprendió a fondo los dos idiomas universales inglés y francés y pudo encontrar empleo como jefe de correspondencia con el extranjero en una empresa de la industria eléctrica cercana a París.
Ludwig Schunk se empleó con afán, como más tarde sus sucesores, en ampliar y consolidar su empresa mediante la diversificación en sectores tecnológicos relacionados.
Previamente ya se había ampliado el programa del carbono con productos para aplicaciones mecánicas.
Mediante la intensificación del negocio de la exportación consiguió evitar pérdidas sustanciales en sus empresas.
El modelo para Schunk fue, según sus propias palabras, la fundación Zeiss de Jena.
Como titular actual de las participaciones se denominó Ludwig-Schunk-Gedächtnisverein e.V., y desde 1989 Fundación Ludwig Schunk.