En 1947, abrió su propia casa de fados, llamada Adega da Lucília, que más tarde cambió el nombre por el de O Faia.
Atrajo al local a algunos de sus amigos fadistas, como Alfredo Marceneiro y Tristão da Silva.
Ary dos Santos, que frecuentaba O Faia, dice de la fadista: »Lucília do Carmo es, en mi opinión, un clásico del fado!».
Tras su retorno realizó algunas actuaciones en el extranjero, pero pocas grabaciones discográficas.
Entre sus éxitos se encuentran los fados Leio em teus olhos, Foi na Travessa da Palha, Maria Madalena, Não gosto de ti, Preciso de te ver, Senhora da Saúde, Olhos garotos, Antigamente, Tia Dolores, Loucura, Zé Maria, Lá vai a Rosa Maria.