Louis Auguste Le Tonnelier de Breteuil

Recibió una excelente educación en París y después ingresó al Ejército, con el que combatió en la Guerra de los Siete Años.

En Suecia, se convirtió en favorito del joven rey Gustavo III, pero a Catalina la Grande de Rusia le gustaba.

Creía apasionadamente que la monarquía debía alentar a los intelectuales, y no verlos como enemigos.

La lealtad de Breteuil a la reina María Antonieta le valió su gratitud y confianza durante ese difícil momento.

Aceptó convertirse en Primer Ministro después de que fuese expulsado Jacques Necker del cargo.

El odio y la violencia que los rodeaba daba razones a la Reina para temer por la vida de su familia.

Para horror y disgusto de María Antonieta, Artois (que vivía en Turín) nombró a Calonne en su consejo.

María Antonieta despreciaba a Calonne, y su nombramiento fue el final de su amistad con su cuñado.

Fue decisión de María Antonieta, por tanto, que Breteuil fuese nombrado Primer Ministro en el exilio.

Luis XVI apoyó la decisión, pero fue María Antonieta quien tomó la iniciativa y formalizó el nombramiento de Breteuil.