Losartán
También podría retrasar la progresión de la nefropatía diabética y se asocia con un resultado clínico positivo en ese sentido.[3] El estudio LIFE demostró que el losartán fue significativamente superior al atenolol en la prevención primaria de acontecimientos cardiovasculares adversos (infarto de miocardio o ictus), con una reducción significativa en la morbilidad y mortalidad cardiovascular para una reducción comparable en la presión arterial.[4][5] Los efectos máximos sobre la presión arterial por lo general ocurren dentro de 3-6 semanas desde el inicio del tratamiento con losartán.La administración de losartán resulta en una disminución en la resistencia periférica total (poscarga) y el retorno venoso cardíaco (precarga).[7] El losartán se absorbe bien por vía oral, pero sufre un importante efecto de primer paso hepático para producir un metabolito ácido 5-carboxílico, designado como EXP3174.[9] El uso de losartán durante el embarazo podría causar lesiones o la muerte del feto.[10] Debe utilizarse con cautela en personas cuya presión arterial o función renal dependen en gran medida del sistema renina-angiotensina, pues en tales pacientes originan hipotensión, oliguria, hiperazoemia progresiva o insuficiencia renal aguda.El losartán está siendo investigado como una posible protección contra la pérdida de músculo dañado o viejo.[20] Se ha encontrado que el losartán previene el daño pulmonar relacionado con el tabaquismo en los ratones y los ensayos están en marcha para el tratamiento potencial de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica relacionada con el tabaco, la consecuencia a largo plazo del consumo de tabaco y de las que, hasta ahora, no hay tratamientos potenciales que se conozcan para prevenir o reparar el daño pulmonar resultante.