Los sunitas en Líbano constituyen uno de los dieciocho grupos religiosos que habitan en ese país.
[1] Estos datos, sin embargo, son sólo cálculos, ya que Líbano no cuenta con un censo oficial desde el último realizado por el gobierno Francés en 1932.
Los suníes de Líbano tienen estrechos vínculos con Arabia Saudí, que los apoya financieramente.
Y cuando una figura Salafista popular es extraño secuestrado y detenido por el Servicio de Seguridad General del Líbano - una organización vinculada a la milicia chií Hezbolá que, a su vez, está vinculado al régimen de Assad - los alauitas se convierten en chivos expiatorios.
Desde mediados de 2012, Siria pidió repetidamente realizar una intensificada ofensiva contra los rebeldes que, según alegaba, se escondían en las ciudades fronterizas libanesas.
[16][17] Para entonces, unos cuatrocientos niños refugiados de la guerra habían sido desplazados hasta el pueblo, donde las escuelas tan solo tenían plazas para cien estudiantes.
La situación reflejaba una creciente crisis que estaba desbordando el sistema educativo de Becá.