En esa isla todos los habitantes los apreciaban mucho, aunque solo iban en el verano.
Y el alcalde lo amenazaba con quitarle sus tierras heredadas si no le daba su dinero.
Contaron los burros de Kalanero y al final habían contado 18 burros (5, más un caballo, del alcalde), y en la noche de luna llena comenzaron a secuestrarlos empezando por ellos.
Era cierto, colapsó Kalanero y al final, el alcalde tuvo que irse caminando con el policía (ya no había burros) a buscar ayuda de un inspector aficionado a Sherlock Holmes.
Amanda le pidió el dinero y el alcalde se vio en un gran apuro, pero se lo tuvo que dar, vio que se lo daban a Yani y rabioso dijo: ¡Han sido ellos!, ¡Ellos robaron los burros!, y todo el pueblo rio a carcajadas porque hicieron dar al tacaño alcalde mucho dinero.