Es una de las marchas más populares del ejército peruano.
Valderrama la compuso y dio a conocer en 1934 como un tributo musical a la Virgen de las Mercedes, patrona de las Armas del Perú.
Fue ejecutada por primera vez en el Cuartel de Sacramentos de Santa Ana.
Marcha en ritmo 2/4, con reminiscencias de tambores y trompetas romanas, incorpora sonidos vinculados al «pasodoble» ibérico e influencias de la tradición pentatónica andina.
Es interpretada en los desfiles oficiales peruanos, como el de la fiesta nacional y en ceremonias de importancia civil y militar.