Este trabajo es la única pintura de Bruegel en el Louvre, recibida como regalo en 1892.
Quizás las imperfecciones físicas simbolicen la decrepitud moral, que puede afectar a todos los hombres independientemente de su clase.
[1] Por detrás de la pintura hay dos inscripciones que parecen datar del mismo siglo XVI.
Una está en flamenco, y en muy mal estado; la otra en latín testimonia la admiración que algún humanista sentía por Brueghel, cuyo arte según él supera la Naturaleza.
Por detrás de la pintura aparece escrito:[3] Los ojos modernos pueden inducir a concluir que Bruegel pretendía invocar la compasión hacia estas figuras lisiadas, pero desde una perspectiva histórica esto es poco probable.