[1]El filme es una relectura del Génesis que se transforma en un retrato alegórico sobre la pérdida de inocencia.
Tras comer fruta prohibida, Eva se obsesiona con encontrar a un peligroso asesino.
La producción inició en 1968 con el apoyo de Elisabeth Films Bruxelles, y gracias a ello Chytilová tuvo mayor autonomía creativa.
[4] En su libro sobre la Nueva Ola Checoslovaca, Peter Hames planteó que Los frutos del paraíso requiere de un mayor compromiso por parte de la audiencia para construir su significado, y resaltó que su naturaleza experimental explora asociaciones poco convencionales e imposibles.
[5] Asimismo, resalta que la película puede ser interpretada como la desilusión provocada al encontrar la verdad.