Los doce leones de Úbeda

[2]​ Y doce caballeros pertenecientes al concejo de Úbeda decidieron presentarse.

Refiere Gonzalo Argote de Molina que sus nombres fueron transmitidos por el bachiller Jorge de Mercado[3]​ y fueron estos: El duelo tuvo lugar y vencieron los cristianos.

Diego López Dávalos pidió en nombre de todos la merced de que se consignase el hecho en el escudo de armas de la villa, y el rey la concedió (doce leones rampantes y lenguados), pero como murió prematuramente en Gibraltar, no pudo ratificarlo en forma escrita; solo en 1369 lo hizo Enrique II (hijo bastardo de Alfonso XI que sucedió a su hermanastro, el legítimo Pedro I, al que venció y asesinó tras una violenta guerra civil).

Al día siguiente, Domingo de Ramos, entró el monarca a la ciudad y situó sobre su mezquita la Cruz de Cristo.

[2]​ Los historiadores suelen dar el hecho por cierto, pues, aunque no aparece ni en la Crónica ni en el Poema de Alfonso Onceno, es cierto que los leones pasaron al escudo de Úbeda, la cual, además, se llevó el derecho a ser llamada "muy noble y muy leal ciudad".