En realidad no son solo unos limones, es toda una serie de injusticias que se cometen permanentemente en el mundo por motivos económicos, políticos, militares.
De este modo, estas mujeres intentan hacer frente a sus realidades familiares, a sus vínculos con el pasado, y les es bien difícil asumir esas contradicciones propias de sus vidas.
Así, la bella musicalización, nos hace saber que el filme es un drama, siempre contenido, sin excesos y sin concesiones al espectador.
El arraigo y la dignidad puestos en escena, nos permiten comprender, a distancia, el complejo problema político entre una Palestina empobrecida por culpa de occidente y un Israel que poco a poco se ha ido tomando los territorios árabes.
Nunca debe ser “confidencialmente” en materia de asuntos públicos, así como tendríamos que pensar que no todos los palestinos son terroristas ni todos los israelíes son imperialistas.