Al principio, se dedicó a la pintura de historia recibiendo múltiples reconocimientos oficiales.
Entre sus obras, se encuentran numerosos paisajes de montaña, caracterizados por colores brillantes y por una pincelada da colori brillanti e da una pennellata pastosa y rápida.
Particularmente apreciadas por los coleccionistas son las obras del periodo entre 1883-1889.
Sus lugares preferidos fueron Turín, donde pasó muchos inviernos, Biella, Pollone y el castillo de Miradolo, casa del conde Cacherano di Bricherasio y en particular de la condesa Sofía, su alumna predilecta.
En el centenario de su muerte, se han establecido, al mismo tiempo y de manera coordinada, tres importantes muestras de su obra: "Delleani ed il suo tempo" en el Palacio Bricherasio en Turín, "Delleani ed il cenacolo di Sofia di Bricherasio" en el Castello de Miradolo en San Secondo di Pinerolo y "Delleani la vita e le opere" en el Museo del Territorio Biellese en Biella.