Loma de la Cruz

La Loma de la Cruz emerge a 261 metros sobre el nivel del mar en Holguín, Cuba, y constituye una visita casi obligatoria para visitantes de la ciudad y resguardo para artistas inspirados.

El fray Francisco Antonio de Alegría, que subió el cerro con la cruz a cuestas, instauró allí las Romerías de Mayo, una fiesta religioso-tradicional española donde se recuerda la fecha en que Santa Elena, madre del emperador Constantino el Grande, murió en el calvario atada a una cruz de madera.

La tercera cruz fue colocada en los primeros años de la década del noventa, pues un rayo seco, de esos que caen solitarios, inesperados y sin tormenta, la destruyó al impactar directamente sobre ella.

Con descansos intermedios entre los 461 escalones, los bancos incluidos a mitad del ascenso pueden parecer los más cómodos del mundo, pues resulta una subida bastante fuerte para los que no están en buena forma física.

“Que el espíritu santo descienda sobre ustedes”, exclamó Su Santidad mirando a la ciudad frente a la gran cruz que corona la elevación, marcando un hito sin precedentes para la región.

Vista nocturna de la ciudad de Holguín desde la Loma de la Cruz