Fue acogida por dos insignes y abnegadas maestras venezolanas, las hermanas Panchita y María Andrianza, donde fue educada e instuida con una ejemplar disciplina, amando el estudio, ayudando en el trabajo de la casa y viendo en ellas un ente de estímulos para poder llevar la dura lucha del diario trabajo.
Creció con un gran deseo de superación, de llegar a realizar en la vida algo que fuera orgullo para sus hijos y al mismo tiempo provechoso para la tierra que tan bondadosamente la acogió en su seno y guarda la tumba de su madre desaparecida.
A los 9 años trabajó, dio clases a sus propias compañeritas y de ahí hasta que falleció fue una cadena ininterrumpida su entrega apostólica labor del magisterio.
Realiza sus primeros estudios en el Colegio Nacional de Niñas, donde fue ejemplo y modelo a seguir por sus compañeras.
Contrajo matrimonio el 28 de julio de 1920 con el Dr. Asdrúbal Fuenmayor Rivera compañero insigne, Abogado, Profesor, Jurisca, Comerciante y Político y de esa unión nacieron cinco hijos: Manuel Fernando, Rebeca Margarita, Luis Augusto, Gustavo y Asdrúbal Fuenmayor Rodríguez.