Lola Montès (película)

[3]​ Es un himno al eterno femenino, de una poesía tan barroca como cruel, enmarcado por una belleza muy oscura.

La película está construida sobre «la indecencia de los espectáculos basados en el escándalo […] donde el amor y el dinero se intercambian indistintamente, donde la fama es una mercancía».

Los productores impusieron entonces al director, que murió poco después, dos versiones mutiladas, dobladas, abreviadas y remontadas contra su voluntad.

Cuatro décadas después, el impulso dado por su hija, Laurence Braunberger, y la Fundación Technicolor para el Patrimonio Cinematográfico[4]​ permitió resucitarla.

Esta versión ha sido autorizada por el propio hijo del director, Marcel Ophüls.