Ostenta el título de ser el perro de mayor estatura del mundo igualado con el gran danés, si bien éste puede parecer más alto debido a su espalda más corta.
Este tipo de perros sería ideal para la convivencia con los niños de no ser por el tamaño, que puede llegar a asustar a los más pequeños y dificultar su manejo.
Su nobleza es tal que no se recomienda como perro de guardia y protección, pero su tamaño impone enormemente.
Para mantenerse sano, necesita entre 20 y 40 minutos diarios de ejercicio, y se le debe alimentar en una superficie elevada para evitar una torsión gástrica, el problema más común que estos gigantes presentan.
Dado su tamaño, es un perro de longevidad corta; los más afortunados llegan a vivir 10 años, siendo el promedio 7.