Lloth

Cruel y caprichosa, Lloth representa el mal absoluto de los drow.

Algunos creen que está loca, porque la reina de las Arañas lanza a sus propios seguidores los unos contra los otros en un enfrentamiento sin fin por la “posición”.

Prospera con la muerte, la destrucción y la tortura, incluyendo la de aquellos adoradores suyos que la han disgustado.

Los drow no creyentes deben ser convertidos o destruidos, y aquellos que dudan de la fe, castigados.

Los drow varones, los esclavos y aquellos de otras razas que no profesan el culto a Lloth son sacrificios aceptables para la diosa.

Las arañas son sagradas y matar a una se castiga con la pena de muerte.

Estos sagrados arácnidos proliferan por todas las ciudades Drow, así que evitar pisarlas se convierte en una ardua tarea.

Aunque con frecuencia recompensa la traición y la crueldad, Lloth no ve con buenos ojos a aquellos que dejan que las rencillas personales y la venganza traigan derrotas o vergüenza a su Casa, clan, ciudad o banda.

La Matrona Malicia fue víctima al tiempo que beneficiaria del Zin-Carla, puesto que el control nigromántico que mantuvo sobre su antiguo amante reanimado le permitió rastrear a su hijo rebelde por toda la Infraoscuridad hasta dar con él para obligarlo a luchar contra el que probablemente fuera el único elfo oscuro capaz de superar al propio Drizzt en combate, además de amigo y amante padre, pero también le robó décadas de juventud y belleza por cada minuto que pasaba sometiendo la voluntad del Maestro de Armas no muerto, quien finalmente logró deshacerse del control mental de la malvada Matriarca el tiempo suficiente como para destruir su cadáver reanimado lanzándose a un lago de ácido.

Lloth solo permite que se contacte directamente con ella cuando le apetece hacerlo.

Los elfos oscuros que veneran a otras deidades malvadas, así como todos los varones drow que le rinden homenaje, vilipendian la iglesia de la Reina araña por su poder (aunque tomarían ese poder para ellos mismos si pudiesen).