Livor mortis

No ocurre si estas partes están en contacto con una superficie rígida debido a la compresión de los capilares contra la misma.

Este fenómeno comienza a ser visible entre los veinte minutos y las tres horas posteriores a la muerte, y la sangre acumulada comienza a moverse a las zonas más declives en los capilares entre las tres y las cuatro horas transcurridas tras el fallecimiento, apareciendo la máxima lividez entre las seis y las doce horas.

La presencia o no del livor mortis se usa para estimar la hora de la muerte o si el cadáver ha sido movido tras la misma (pues si presenta lividez en la espalda y el sujeto se encuentra en decúbito prono -boca abajo- ha sido dado la vuelta).

Las móviles ocurren, en general, en las primeras 10 horas post mortem y luego se hacen fijas.

Cuando un el cadáver ha sido movido antes que ocurran las livideces fijas, presenta livideces paradójicas, es decir en 2 o más "caras" del cuerpo (ejemplo: pecho y espalda).

Livor mortis en un cadáver .