Es un onírico tema con una musicalización rayana en el minimalismo del que tan frecuentemente hace uso DM, conduciendo una letra introspectiva y alucinante cantada íntegramente a dueto por David Gahan con Martin Gore como muy pocas de su repertorio total.
La musicalización por otra parte es poco convencional, mínima, alejada del espíritu electrónico que impera en buena parte de toda la colección conteniendo solo en algunas secciones específicas unos cuantos efectos poco cargados y que únicamente contribuyen a acentuar su sentido onírico, haciéndola más una pieza lírica; una soberbia declaración de sentimientos.
En realidad es un tema un tanto difícil, es decir, poco comercial, como siempre incluye DM en sus discos, debido a su ambientación que pareciera acercarse al trip hop pero por otra parte cuenta con una guitarra en forma de surf rock como cierra remarcando de nuevo su sentido de hacer música por puro gusto.
Aun así, tiene muy poco de electroacústico, optando más por la extravagancia estilística en la que normalmente cae la música electrónica.
La canción se interpretó durante el correspondiente Tour of the Universe, aunque no en todas las fechas pues se alternaba con varios otros temas, además se llevó a cabo solo en una versión acústica únicamente con la musicalización de Peter Gordeno en su teclado a modo piano, y cantada solo por el propio Martin Gore a diferencia de cómo aparece en el álbum, quien adicionalmente prestaba las pocas notas de guitarra que contiene.