Literatura y revolución

En esto se diferencia la Revolución y la vanguardia: mientras que los revolucionarios recuperan la tradición (Hegel, Marx), los vanguardistas pretenden romper completamente con su pasado: [S]ólo tiene sentido [la ruptura futurista] en la medida en que los futuristas están ocupados en cortar el cordón umbilical que les une a los pontífices de la tradición literaria burguesa.

En la práctica, meten sus narices en el lodo cuando aún no acaban de sacar todavía su trasero.Otra de las razones por las que se mantiene atado a la burguesía (y que determina la incomprensión del proletariado) es su individualismo, su subjetivismo, el futurista hace poesía sólo para sí mismo.

La arrogancia individualista y bohemia que se opone no a una humildad que nadie pide, sino al tacto y al sentido de la medida indispensables, corre a través de cuanto Mayakovski ha escrito.

[1]​Son individualistas también por pensar que la nueva técnica será determinada por ellos mismos y no por la disponibilidad económica de los materiales como ocurría en la arquitectura.

Los escritores futuristas pretenden determinar el objetivo y los estilos (o técnicas de producción estéticas), es decir, quieren crear objetos para quienes no los necesitan o no saben ni pueden usarlos ni consumirlos.

Portada del libro "Literatura y revolución", León Trotsky, Ryska, 1923.