Linguatula serrata

Linguatula serrata, es un crustáceo parásito cosmopolita, que pertenece al orden de los pentastómidos.

El ganado mayor (bovinos, ovinos, caprinos), otros animales y los seres humanos pueden también infectarse como hospedadores intermediarios.

Sin embargo, aunque sus huéspedes específicos parecen ser limitados, se han encontrado infecciones en muchos animales.

Excepto en algunos estudios epidemiológicos, las infecciones humanas por pentastómidos son infrecuentes: solo se habían notificado ocho casos en los Estados Unidos de América hasta 1991, y se habían notificado nueve casos en todo el mundo entre 1989 y mediados de 2001.

En América, la linguatuliasis humana se ha diagnosticado en Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Cuba, Estados Unidos y Panamá.

En los Estados Unidos se han encontrado perros infectados en la zona del medio oeste y en Georgia, pero la tasa de prevalencia obtenida por examen coprológico resultó muy baja.

El ciclo vital del parásito requiere huéspedes intermediarios herbívoros, sobre todo ovinos, bovinos, caprinos y lagomorfos.

La ninfa puede romper la envoltura quística, migrar por la cavidad peritoneal y penetrar distintos tejidos.

Los carnívoros adquieren la infección por ingerir vísceras y tejidos de los huéspedes intermediarios infectados.

Los herbívoros se infectan al ingerir pastos contaminados con heces o secreciones nasales de los cánidos.

La infección humana por linguatula fue históricamente más común de lo que a veces se cree.

Los huevos eclosionan en los intestinos, las larvas resultantes viajan hacia la cavidad visceral del cuerpo.

Aquí las larvas se encapsulan formando quistes o granulomas en diferentes órganos donde pueden sobrevivir hasta dos años.

Las ninfas enquistadas no producen síntomas clínicos y casi siempre la infección se descubre durante intervenciones quirúrgicas, exámenes radiológicos o autopsias.

Se han descrito casos clínicos de prostatitis, infección ocular (cámara anterior del ojo) y abdomen agudo cuyo origen es un ganglio parasitado e inflamado que se adhiere a la pared intestinal.

Los síntomas aparecen entre pocos minutos y media hora después de ingerir la comida infectante.

En Sudán esta enfermedad se conoce como “marrara”, que es un plato popular local preparado a partir de despojos crudos.

Sin embargo, en infecciones poco intensas no se encuentra ninguna lesión en los cornetes nasales.

Esto es causa de decomiso del intestino con la consecuente pérdida económica para el ganadero.

Larva en su último estadio