Es decir, se consideraba a la articulación sonora o gestual como algo irrelevante para la estructura de la lengua.
Aunque algunos autores consideran que la fonología y la morfofonética forman parte de la microlingüística.
Desde ese punto de vista la semántica tendría más que ver con el estudio del sistema cognitivo humano general más que con el estudio de las estructuras lingüísticas en sí mismas.
Trager propuso una lingüística más comprehensiva que incluyera su estudio como parte integrande de ella.
Entre sus manifestaciones más destacadas se cuentan disciplinas, a menudo de denominación compuesta y metodológicamente independizadas, como la sociolingüística, la etnolingüística, la psicolingüística, la estilística.