Lina Radke
La opinión mayoritaria, incluso en el ámbito científico, era que las carreras largas suponían demasiado esfuerzo y no eran buenas para la salud de las mujeres.Sin embargo Lina, ayudada por su marido y entrenador Georg Radke, fue una de las pioneras del atletismo femenino, si bien en esa época existían muy pocas competiciones destinadas a mujeres.De hecho no existían campeonatos nacionales, ni tampoco europeos.Sin embargo la enfermedad de Coubertain, que abandonó la presidencia del COI en 1925, y los cambios sociales, forzaron a una cierto aperturismo, de manera que el atletismo femenino pasó a formar parte del programa olímpico.Por ejemplo John Tunis, uno de los periodistas deportivos de mayor prestigio, lo describía así: "Allí abajo, corrían once desgraciadas mujeres, cinco de las cuales abandonaron antes del final y otras cinco se desmayaron tan pronto cruzaron la meta" En realidad se trataba de una manipulación, ya que no hubo tantos abandonos ni ningún desmayo, sino simplemente mujeres cansadas después una carrera, igual que lo estaban los hombres en las mismas circunstancias.