El SK Slavia Praga se adjudicó el campeonato por primera vez en su historia.
Siguiendo un sistema de liga, los dieciséis equipos se enfrentaron todos contra todos en dos ocasiones -una en campo propio y otra en campo contrario- sumando un total de 30 jornadas.
La clasificación final se estableció con arreglo a los puntos obtenidos en cada enfrentamiento, a razón de tres por partido ganado, uno por empatado y ninguno en caso de derrota.
Si al finalizar el campeonato dos equipos igualaron a puntos, los mecanismos para desempatar la clasificación fueron los siguientes: Si el empate a puntos es entre tres o más clubes, los sucesivos mecanismos de desempate fueron los siguientes: El equipo que más puntos sumó al final del campeonato fue proclamado campeón de liga y obtuvo el derecho automático a participar en la ronda previa de la Liga de Campeones de la UEFA.
Los clasificados en posición 15º y 16º descendieron directamente a la segunda categoría checa.